Proyectos
Tabanqueando en la Plaza Niña
Carlos Villoslada - Saxo Tenor
Raúl Gálvez - Cante
Juan Galiardo - Piano
Antonio Corrales - Contrabajo
Dani Domínguez - Batería
Colaboración especial:
Rubem Dantas - Percusión
Diego Montoya y Pedro de Chana - Palmas
Grabado en directo los días 13 y 14 de febrero de 2010 en "F.J.R. Estudios de Grabación". Granada.
LA MÚSICA RENOVADORA DE CARLOS VILLOSLADA por Faustino Núñez
La música afroamericana se encuentra muy cercana al espíritu que inspira a los flamencos. Esto es un hecho y cada día está más consolidado. Acercarse al flamenco desde el jazz o desde ahí al flamenco ha tenido ocupados a destacados músicos desde hace varias décadas. Esta visto (y oído) que no solo es factible, sino que se obtienen cada día mejores resultados. Y un excelente ejemplo es este disco del onubense Carlos Villoslada. La tarea no es sencilla, no se trata de meter por bulerías un clásico del jazz, sino lograr expresarse en un lenguaje renovado mixturando ambas músicas, diluyendo cante y compás en una expresión muy personal con la que obtiene nuevos timbres a través de una cuidada labor de instrumentación.
Villoslada consigue, sobre una base instrumental formateada en clave de jazz, una sugerente alquimia que le permite conducir su discurso con la naturalidad que precisa toda música de calidad. El compás de doce tiempos de soleares, seguiriyas, bulerías y cantiñas se deja insertar a la perfección dentro del aroma rítmico del jazz, mientras el tango de Cádiz refuerza el relato en clave actual. Nuevas propuestas que logran consolidar un proyecto como éste.
La percusión, a cargo del gran bahiano Rubem Dantas, aporta, marca de la casa, un colorido de enorme variedad y, cómo no, una rítmica demoledora. El cante de Raúl Gálvez logra con soltura sumergirse en los aromas del jazz y la canción para, sin perder el acento gaditano y flamenco, realizar, además de cantes de corte más clásico, un diseño melódico con el que consigue abrir senderos escasamente explorados para el cante. El piano de Juan Galiardo, maduro pianista de jazz, arropa el discurso del solista dando sobradas muestras del conocimiento que posee también de los recursos del piano más flamenco. Así mismo la batería de Dani Domínguez se integra a la perfección en la propuesta de Villoslada, como ocurre con Antonio Corrales en el contrabajo.
Dedicado a la Plaza Niña de Huelva y los tabancos cercanos donde se cantan y escuchan los mejores estilos que da la tierra, disfrutamos con la música de Carlos Villoslada a través de números donde desarrolla con esmero sus ideas, impregnado, según confiesa el propio autor e intérprete, de la atmósfera melodramática que le inspira el gran cantaor alosnero Paco Toronjo, figura máxima de los fandangos de la provincia más occidental de Andalucía. Todo el disco está impregnado de una rítmica muy sutil, donde la dinámica adquiere un rol fundamental, el cuidado con el que se trata la intensidad del sonido, la inteligencia con la que ha sido concebido el disco en su totalidad son en definitiva buena muestra de que estamos ante una obra impactante y profundamente renovadora.